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16 de junio de 2011

EGIPTO MAGOS Y ALQUIMISTAS

Egipto no desarrolló una filosofía, en tanto cuerpo diferenciado de conocimientos. En el pensamiento egipcio, filosofía, religión, medicina, Magia, ciencia y tecnología eran parte constitutivas de un mismo saber. Es así como, la identificación de la filosofía egipcia es una tarea difícil, que no puede obviar el hecho de que, en sentido estricto, no existía algo como una filosofía independiente en el pensamiento egipcio. Sin embargo, hay elementos del pensamiento Mágico-filosófico de los egipcios, que vienen a cobrar relevancia dentro de la doctrina filosófica Hermética. Entendemos Magia como una serie de técnicas especificas para el manejo armonioso de las fuerza de la naturaleza a través de un proceso consciente, que nos posibilitan el suspender temporalmente una ley natural. La Magia tiene como fin el lograr hacer posible lo imposible.Los Magos y alquimistas egipcios, encargados no solo de preservar a los individuos de los males sino de proporcionarles las herramientas necesarias para mejor su vida, eran de los más reputados de la antigüedad. Estos magos egipcios venían a ser verdaderos Sabios, por demás sentido literal de la palabra Mago. Sabían de matemática, religión, medicina, arquitectura, etc. La Magia era para estos hombres el conocimiento. El saber más elaborado era patrimonio de una casta sacerdotal que lo guardaba celosamente, como un prodigio de orden divino. El Mago egipcio, al igual que el Mago Hermético, entendía su oficio como la capacidad de hacer que las cosas pasaran. Desde las cosechas hasta las curas, utilizando ciencia o magia propiamente dicha, los Magos facilitaban que se sucedieran los procesos que la comunidad necesitaba. Creían que sus ceremonias podían influir de alguna manera en el mundo conocido, y no eran, como serán posteriormente para ciertos sectores del pensamiento racionalista helénico, manifestaciones de fantasías o alucinaciones. La Magia, para ellos, era la forma más alta de conocimiento, porque encerraba la técnica y la filosofía, a las operaciones religiosas y a las médicas. En este sentido, el conocimiento, aún cuando contengan la forma de misterios, es lo que va a caracterizar a los egipcios.

Hemos mencionado ya el concepto de Maat, el orden. Para el pensamiento Hermético contemporáneo, todo tiene orden y propósito. De alguna manera, el egipcio veía en Maat la representación de este concepto. El concepto de Maat, del orden, no es generalizado en la antigüedad. El babilónico, por ejemplo, creía que el caos y el azar eran la constante natural del Universo. El orden, es decir la paz, la tranquilidad, la bondad, etc; eran irrupciones esporádicas en ese caos primordial. El egipcio, por el contrario, sabía que no hay nada en el mundo que no ocurra por una causa determinada. Esto iría en contra del concepto de Maat, el orden cósmico, la justicia en el sentido de la disposición ordenada de las partes del cosmos. Incluso la sociedad civil, la vida normal egipcia, denotaban como seguir a Maat era un aspecto importante. La muy jerarquizada sociedad egipcia, pretendía seguir el orden natural de Maat.
La figura simbólica tutelar del Hermetismo es Thoth- Hermes, una figura sincrética entre el Thoth egipcio y el Hermes griego. Prueba de la posible importancia que el concepto de Maat, de orden, tuvo en la conformación del Hermetismo, es el hecho de que Maat es en la mitología egipcia la compañera inseparable de Thoth,el mago por excelencia. Thoth era llamado en presencia de ella, el señor de la verdad. O sea, de alguna manera Maat es la verdad, que ha de estar presente siempre delante de las obras del Gran Mago. La verdad del orden que sostiene todas las cosas. Dentro de la muy compleja teología politeísta egipcia, hay un concepto de un dios creador fundamental, Ptah, muchas veces asociado a Maat. Este concepto nos habla de que la fuerza creadora primordial va a generar a todas las otras fuerzas menores, los otros “dioses”, que vendrían a ser sencillamente representaciones de fuerzas naturales. Esta fuerza creadora fundamental, al crear el universo, se crea a sí misma. Esto implica que la muerte no es más que un tránsito, una forma de cambio, y no una forma de destrucción final; ya que si se acabaran las cosas del universo, si murieran, es como si esta fuerza primordial pudiera acabarse alguna vez. Y esto es imposible, por cuanto este dios fundamental no puede dejar de ser. Todo debe regenerarse periódicamente, para que Ptah siga existiendo, para que la creación fundamental no deje de ser. Esta interesante noción, se encuentra igual en el Poimandres Hermético, como en las concepciones egipcias más avanzadas sobre la vida y la muerte. La muerte entendida no como un acto final y absoluto, sino como una simple transformación está presente en el pensamiento egipcio y el pensamiento Hermético.
Y por supuesto, tenemos la gran imagen de Thoth. En Egipto, era el símbolo del intelecto práctico. Es en esta figura donde podemos ver la mayor influencia egipcia en la conformación de nuestra filosofía. Cuando nos referimos a ella, saltan de inmediato palabras comunes a nuestro vocabulario Hermético, como lo son las de justo, inteligente, necesario. Así deben ser las acciones de Thoth. Esta figura trae la inteligencia, la razón, la palabra al mundo. La magia de Thoth reside en su sabiduría y en su justicia. No en balde es Thoth quien preside el pesaje de las almas unas vez que estas han alcanzado el mundo de los muertos. Es pues, una representación de la más alta justicia. No hay duda de que muchas de las características de Thoth coinciden con las del Hermes griego. Ambos utilizan el instrumento de la palabra, los dos son psicopompos, los dos tienen representaciones severas, serias y graves y otras más carnavalescas. Podríamos decir que a través de estas figuras, ambos pueblos logran sintetizar conocimientos de valor universal, cada cual en su contexto particular, que van ha hacer natural la posterior unión de estas dos figuras.
             Fuente: Corpus Hermeticum Internacional
HORUS

8 de junio de 2011

HERMES DIVINIDAD GRIEGA

Corpus Hemeticum.
Queda aún la figura de Hermes. Divinidad griega, dios de los caminos, mensajero de los dioses, bribón, astuto, escurridizo y juguetón. Es el conductor de las almas hacia el inframundo griego, lo cual lo hace el símbolo que enlaza los diferentes planos de la realidad. En el mundo griego, Hermes es el símbolo de la comunicación entre lo celeste y lo terreno, entre el averno y el mundo de los vivos. Es por tanto, un símbolo que va tanto a las esferas de nuestra razón consciente, como a lo más profundo de nuestro inconsciente, que puede manejarse en los planos más humanos, como los del comercio por ejemplo, y también le es permitido elevarse hasta lo más trascendente, hasta el Olimpo mismo. Y estas operaciones entre las polaridades son una buena forma de describir el trabajo Hermético. Hermes, un símbolo alegre, desenfadado, de gran astucia, picardía talento y sabiduría encarna el ideal del accionar Hermetista; en que todas estas características se conjugan de una manera inefable.
Alejandría, aunque helenizada, no dejaba de ser una ciudad egipcia. Como lo explica Walter Scott, hay algunos textos Herméticos en en los que encontramos nociones que coinciden con el pensamiento egipcio, tales como que dios es vida, que esta oculto, o que es innombrable. Pero, aún así: el ingrediente egipcio en la doctrina filosófica Hermética no deja de ser relativamente pequeño en cantidad; la mayor parte de ella se deriva incuestionablemente de la filosofía griega. La influencia egipcia, sin embargo, puede haber operado muy poderosamente en otro sentido; puede haber afectado el espíritu o actitud de los escritores. Estos hombres, casi todos ellos egipcios de nacimiento, incluido el mismo Plotino, van a hablar con una intensidad mística, con un sentido esotérico si se quiere, que no conocen los autores griegos. Y esto es lo que parece, con mayor seguridad, la impronta egipcia al pensamiento Hermético: la creencia, defensa y fervor hacia los planos superiores de manifestación más allá de lo que podemos alcanzar con nuestros sentidos o con nuestra razón. Scott lo resumió muy bien cuando nos dijo que en el Hermetismo tenemos el efecto producido por la filosofía griega cuando fue adoptada por hombres de temperamento y carácter egipcio.

Muchas gracias por vuestro tiempo

Jesús Miravalles Gil