BLOG DEDICADO A LAS MENTES MAS DESPIERTAS E INCONFORMISTAS Y QUE OS AYUDARA A DESPERTAR....




25 de febrero de 2011

EL HOMBRE ANDRÓGINO

Dibujo del Viridium Chymicum o El Jardín del Placer de la Química de Michael Maier y Daniel Mylius
Este diseño simbólico, uno de los más fascinantes encontrados en toda la literatura ocultista, retrata al Hombre Andrógino, una figura humana que posee dos cabezas – una masculina, la otra femenina. Estas representan el balance perfecto o equilibrio entre las fuerzas masculina y femenina que actúan dentro del organismo humano. Cuando se haya logrado este equilibrio, será posible que el hombre piense con el corazón y ame con la mente. Pero esto no puede suceder hasta que el estado de desigualdad que ahora existe entre hombres y mujeres haya sido rectificado para que, libres y sin temor, puedan ingresar, de la mano, al Templo de Luz.
Por encima de la cabeza de la mujer se encuentra el símbolo de la Luna (que representa el Cósmico Femenino), y por encima de la cabeza del hombre se encuentra el símbolo del Sol (que representa el Cósmico Masculino). Presagiando este estado andrógino futuro de la humanidad, las dos columnas que custodian la entrada al Templo de la Masonería Mística son intituladas la Columna del Sol y la Columna de la Luna.
La figura sostiene en una mano el Triángulo (compás), que representa la fuerza masculina y se correlaciona con el número Tres. En la otra mano sostiene una Escuadra, que representa la fuerza femenina y se correlaciona con el número Cuatro. La unión de estos dos números nos da Siete, que uno de los Números de Poder de la ciencia cabalística, y significa el completo equilibrio, o el descanso después de una larga y ardua labor. La Biblia ordena al hombre trabajar seis días y descansar en el séptimo día.
La labor de alcanzar el alto desarrollo simbolizado en la figura andrógina ha ocupado a la humanidad por el término de Seis Razas-Raíz que surgen de la Cuarta Revolución del Período Terrestre: Polar, Hiperbórea, Lemuriana, Atlante, la actual Aria o Quinta Gran Raza, y la próxima Sexta Gran Raza. La culminación de este Gran Trabajo será logrado por la Séptima Gran Raza, que no será realmente una “raza” como se entiende el término hoy, ya que las diferenciaciones raciales para entonces habrán llegado a su fin. Esta, la última y Séptima Raza, lleva la evolución humana a finalizar el Período Terrestre. De esta manera, sin saberlo, el hombre obedece el mandamiento bíblico de que trabaje seis días que descanse en el séptimo día.
Se ha de notar que el Andrógino espiritual se convierte en tal no de la manera de la carne mortal sino a través de poderes desarrollados del Espíritu doble que tiene su asiento en el cerebro.
De aquí las dos cabezas, que significan el total o completo florecimiento de ambos hemisferios del cerebro. La Creación es a través de la Mente, el Amor, y la Palabra.
Observamos además que el Andrógino está parado sobre el cuerpo de una enorme y feroz serpiente que indica que todas las fases de materialismo y sexualidad, y todos los otros atributos del hombre mortal, han sido elevados y transmutados en espíritu.
Alrededor del Andrógino se disponen los cinco planetas de nuestro sistema solar como se lo conocía en la antigüedad, y al cual pertenece nuestra tierra. El horóscopo del hombre de hoy parece englobar aspectos tanto buenos como malos, pero esto se debe a las condiciones imperfectas del propio hombre. Todas las fuerzas planetarias son buenas, independientemente de su aspecto para la tierra, y cuando el hombre se haya convertido en el Andrógino divino experimentará sólo influencias espirituales elevadas que emanan de las inteligencias planetarias porque habrá aprendido a sintonizarse con las armonías cósmicas y no hay nada en él que pueda responder negativamente a cuadraturas y oposiciones.
Otros sistemas solares pueden no tener precisa-mente el mismo número de disposiciones de planetas como el nuestro porque sus necesidades evolutivas son diferentes, pero los pode-res microcósmicos representados por nuestros planetas están presentes a través del universo, y esos poderes deben necesaria-mente crear algún canal a través del cual operar en áreas específicas.
La perfecta unión de poderes cósmicos masculino y femenino, o principios, constituye en términos bíblicos, el Matrimonio Místico. Cuando el hombre logre este Matrimonio, poseerá la verdadera sabiduría espiritual, que es la esencia y la nota clave del planeta Mercurio. Este es el planeta cuyo símbolo aparece entre las dos cabezas de hombre-mujer.
El Amor-como-poder es la expresión más elevada de Venus. En el Matrimonio Místico el Amor se convierte en el cumplimiento de la Ley.
Ninguna actividad es posible en ningún lugar del universo sin esa energía dinámica que está concentrada, para nuestro propio sistema solar, en el planeta Marte. Este planeta representa la fuerza ciega pura, que debe ser usada para fines constructivos, bajo la dirección del sabio Mercurio.
Júpiter significa la Paternidad de Dios, el Gran Benefactor, el dador de todas las cosas buenas en superabundancia. El anuncia la hermandad del hombre, que un día prevalecerá a través de toda la tierra cuando los hombres hayan llegado a conocerse a sí mismos verdadera-mente como Hijos de Dios.
Para los antiguos, Saturno estaba situado en los últimos límites del sistema solar. La tradición antigua dio testimonio de la existencia de misteriosos cuerpos celestes más allá de Saturno pero estos no figuran en sus cuadros y diseños.
Saturno representa la Ley Cósmica. El ideal supremo de Saturno es el Hombre Crístico. Su palabra bíblica clave es “Deja que el Cristo se forme en ti. “
En la base de este dibujo simbólico hay una esfera o círculo alado, lo que indica que el Gran Trabajo tendrá su comienzo en la entrante Era de Acuario, de la cual el hombre en su conjunto se alzará más allá del tiempo y del espacio y erigirá su trono en el círculo del firmamento, o Cielo Supremo, donde solo Dios ES y el hombre es uno con El
Porque el circulo es el símbolo del Eterno, aquello que es completo e inmutable, aquello que es perfecto, sobre el cual no puede hacerse mejora; y esto nos manifiesta que el Destino glorioso se ha hallado escondido en el Plan Divino para la humanidad desde el comienzo de los tiempos.
En el medio del pecho del Andrógino está inscripta la palabra latina Rebus, que significa “la consumación divina de todas las cosas”.
Este dibujo simbólicamente representa la meta de la búsqueda alquímica, el desarrollo de todo el hombre, que es el trabajo de las energías cósmicas, incluyendo las fuerzas terrestres, a través de las cuales opera el mundo inferior del deseo, simbolizado por el dragón que respirafuego. El Espíritu triple encarnado (Ego) en el cuerpo cuádruple (físico, vital, del deseo y mental) es mostrado por el triángulo y el cuadrado, inscripto en el globo alado, simbolo de Mercurio.

Jesús Miravalles Gil                                                                                                                                      

19 de febrero de 2011

EL ASKLEPIOS

- Todo lo que se mueve, oh Asclepio, ¿No es verdad que se mueve en algo y es movido por algo?
- Mas bien que sí.
- ¿Y no es necesario también que aquello en lo que se mueve el móvil sea más grande que él?
- Necesario, sí.
- ¿Y el motor, o sea lo que lo mueve, es más fuerte que lo movido?
- Más fuerte, claro.
- ¿Y no es necesario que sean de naturalezas opuestas aquello en lo que se mueve el móvil y el móvil mismo?
- Absolutamente sí.
2- ¿Y este universo no es más grande que cualquier cuerpo?
- De acuerdo.
- ¿Y es pleno y compacto ? porque está lleno de muchos otros grandes cuerpos o, mas bien, de todos los cuerpos que existen.
- Así es.
- El universo ¿es un cuerpo?
- Sí.
- ¿Y se mueve?
3- Mas bien que sí.
- ¿Y de qué tamaño ha de ser el lugar en donde se mueve y de qué naturaleza? ¿No ha de ser mucho más grande a fin de que puede contener su continuo movimiento y no sea oprimido el móvil por la estrechez del espacio y se detenga?
- Debe ser algo inmensísimo, oh Trismegisto!.
4- ¿Y cuál será su naturaleza? La opuesta ¿no es así Asclepio? Ahora bien, la naturaleza opuesta al cuerpo es lo incorporal.
- De acuerdo.
- El lugar pues será incorporal, pero lo incorporal o es algo divino o es el Dios. Por "algo divino" no quiero decir aquí algo que haya pasado por la generación sino algo nunca engendrado.
5 Si decimos algo divino, tendrá que ser de la naturaleza de un ser, pero si ponemos el Dios será trascendental al ser. Y además será inteligible de la siguiente manera: El Dios es lo primero que nosotros entendemos, bien que no lo sea en sí mismo.
(Pues lo que puede entenderse pasa por los sentidos del que entiende, por donde el Dios en sí mismo no es objeto de pensamiento. En el Dios, el pensamiento coincide con lo pensado.
6 Pero en nosotros no es así, por eso sólo pensamos en él, pero no lo alcanzamos en sí mismo.)
Por lo tanto, si pensamos en el lugar, no lo hacemos en cuanto es un dios, sino en cuanto lo pensamos como lugar. Pero si lo pensamos como un dios, no lo pensamos como un lugar, sino como la energía capaz de contener al Todo. Todo lo que se mueve no lo hace en algo que se mueve sino en lo que está quieto: y también lo que mueve está quieto, porque es imposible que el motor se mueva juntamente con lo que mueve.
- Pero entonces, oh Trismegisto, ¿cómo es posible que aquí abajo las cosas que se mueven lo hacen juntamente con sus motores? Porque se dice que las esferas de las estrellas errantes son movidas por las esferas de las estrellas fijas.
- No se trata allí, oh Asclepio, de un movimiento conjunto, sino de un movimiento opuesto: no se mueven en forma similar sino en forma contraria. Y esta oposición tiene como apoyo un punto fijo que equilibra los movimientos.
7 En consecuencia, la resistencia de ese punto es quietud. Por tanto las estrellas errantes se mueven en forma contraria a las fijas .... Y no es posible de otra manera. Porque ¿acaso las dos Osas que tu ves que giran siempre en torno de un mismo punto y no tienen ocaso ni levante, piensas que se mueven o están quietas?
- ¡Se mueven, oh Trismegisto!.
- Y ¿con qué movimiento, oh Asclepio!
- Girando alrededor del mismo punto.
- Ahora bien, orbitar sobre un centro es moverse alrededor de un punto firmemente inmóvil. Por consiguiente "alrededor de un punto" excluye ... De allí que el movimiento contrario se detiene en un punto fijo permaneciendo estacionario por la contrariedad del movimiento.
8 Te daré un ejemplo de la Tierra palpable a simple vista: Observa cómo nadan los animales mortales, por ejemplo el hombre. El agua lo arrastra en dirección de la corriente, pero por la resistencia de piés y manos el hombre logra quedarse quieto y no ser arrastrado por la corriente.
- Este ejemplo es muy claro, Trismegisto!
- Todo movimiento pues se mueve en algo inmóvil y es movido por algo inmóvil. Así pues el movimiento del mundo y de todo ser vivo material no se realiza a partir de algo exterior al cuerpo, sino por causa interior y hacia afuera, es decir por los elementos inteligibles, sea que se trate del alma, del espíritu u otro elemento incorporal. Porque un cuerpo no mueve a un cuerpo animado, ni tampoco a ningún cuerpo, ni siquiera animado.
9- ¿Qué dices, Trismegisto? ¿No son cuerpos lo que mueven los maderas, las piedras y todas las demás cosas inanimadas?
- De ninguna manera, Asclepio: Lo que está dentro del cuerpo motor es lo inanimado, el cuerpo mismo no mueve a ambos, ni al que transporta y ni al transportado. Por donde lo inanimado no mueve a lo inanimado. Mira entonces cuán sobrecargada está el alma que tiene que mover sóla a dos cuerpos. Es evidente pues que lo que se mueve, se mueve en otra cosa y es movido por otra cosa.
10- ¿Y es en el vacío que tiene que moverse lo que se mueve, oh Trismegisto?
- Corrígete, Asclepio. No es vacío ninguno de los seres que existen en razón misma de su realidad: pues lo que es no podría ser lo que es si no estuviera lleno de realidad. Lo real pues nunca puede llegar a ser vacío.
- Pero ¿no hay cosas vacías, oh Trismegisto, como una jarra, un frasco, un tonel y otras cosas semejantes?
- Ay! que error terrible! Asclepio, creer que está vacío lo que está totalmente lleno y repleto!
11- ¿Qué dices Trismegisto?
- ¿No es un cuerpo el aire?
- Lo es.
- ¿Y este cuerpo no pasa a través de todos los seres y no los deja completamente llenos? ¿Acaso los cuerpos no están compuestos por los cuatro elementos? Todas las cosas, que tu llamas vacías, están llenas de aire: si de aire, también lo están de los cuatro elementos, y así llegamos a lo contrario de lo que tú decías, pues las cosas que tu llamas llenas todas están vacías de aire, pues su espacio está ocupado por otros cuerpos que no dejan lugar al aire. Las cosas que tu llamas vacías deberían llamarse huecas no vacías: llenas están de aire y espíritu.
12 - Lo que tu dices es innegable, Trismegisto. Dime ahora, ¿qué decimos del lugar en donde se mueve el Todo?
- Que es incorporal, Asclepio.
- Pero lo incorporal ¿que és?
- Una Inteligencia entera que enteramente se contiene, libre de todo cuerpo, infalible, impasible, inmóvil en sí misma, que contiene todos los seres y los conserva en su ser, cuyos rayos son el Bien, la Verdad, el arquetipo del Espíritu, el arquetipo del Alma.
- Pero entonces el Dios ¿qué es?
- El que no es ninguna de estas cosas, y además es la causa del ser de todas ellas y de cada uno de los seres en particular.
13 Porque no dejó ningún espacio al no ser, y todas las cosas provienen de los seres que existen y no de los que no existen: porque lo inexistente no tiene naturaleza como para llegar a la existencia ni para llegar a ser nada, y a su vez lo seres que existen no tienen naturaleza para dejar nunca de ser.
- ¿Qué quieres decir con "nunca dejar de ser"?
- El Dios no es inteligencia, sino la causa de que la inteligencia exista. No es espíritu sino causa de la existencia del espíritu. No es luz, sino causa de la existencia de la luz. Por donde el Dios debe ser venerado con esos dos nombres, que sólo a El le pertenecen y a ningún otro. Porque ninguno de los demás que se llaman dioses, ni ninguno de los hombres ni demonio alguno puede de manera alguna ser el Bien, sino sólo el Dios, que sólo es el Bien y no es ninguna otra cosa. Todos los demás seres son incapaces de contener la naturaleza del Bien: cuerpo son y alma, y no tienen lugar que pueda contener el Bien.
15 Tan grande es la grandeza del Bien como la realidad de todos los seres, corporales e incorporales, sensibles e inteligibles. He aquí el Bien, he aquí el Dios. No llames bueno a nadie ni a nada, porque es impío, ni des al Dios ningún otro nombre sino el único del Bien, lo contrario también es impío.
16 Ciertamente todos pronuncian el nombre del "Bien" pero no todos saben lo que es. Por éso tampoco saben lo que es el Dios, pero por ignorancia llaman buenos a los dioses y también a los hombres, cuando ni pueden ser buenos ni pueden jamás llegar a serlo: el Bien es lo que nunca se puede quitar al Dios y es inseparable de El, porque es el Dios mismo. Todos los demás dioses son honrados con el nombre de "dios": pero el Dios es el Bien, no porque así se lo honre, sino por naturaleza. Pues una es la naturaleza del Dios, el Bien, y ambos no son sino una sóla y única especie, de la que proceden las demás. Porque el Bien es el dador de todo y el que nada recibe. Y el Dios todo lo da y nada recibe. Por tanto el Dios es el Bien, y el Bien es el Dios.
17 El otro nombre del Dios es el de "el Padre", ahora a causa de que creó todas las cosas: el padre es el que crea. Así la gente sensata considera a la procreación de los hijos como la mayor función y la más sagrada, y piensa que es un gran infortunio e impiedad dejar la vida y no dejar hijos, y justamente un tal es entregado a los genios después de la muerte. Y ved cuál es el castigo: el alma del que no ha tenido hijos está condenada a entrar en el cuerpo de un ser que no tiene la naturaleza del varón ni de la mujer, lo que es execrable a los ojos del Sol. Por éso, Asclepio, guárdate de congratular al hombres sin hijos, más bien ténle piedad sabiendo el castigo que le espera.
Pues bien, basta por ahora, Asclepio, por lo que respecta a las enseñanzas preliminares sobre la naturaleza de las cosas.

Jesús Miravalles Gil

15 de febrero de 2011

EL POIMANDRES

El Poimandres
1Un día que había comenzado a meditar sobre los seres, y que mi pensamiento volaba en las alturas mientras mis sentidos corporales estaban atados como les ocurre a aquellos a los que vence un pesado sueño traído por exceso de alimento o por una gran fatiga del cuerpo, me pareció que ante mí se aparecía un ser inmenso, más allá de cualquier medida definible que, llamándome por mi nombre, me dijo: - ¿Qué es lo que quieres oír y ver, y aprender y conocer por el entendimiento? 
2 - ¿Quién eres?, le pregunté. - Yo soy Poimandrés, respondió, el Noûs (La Mente) de la Soberaneidad Absoluta. Sé lo que quieres y estoy contigo dondequiera.
3 Y yo dije: - Quiero ser instruido sobre los seres, comprender su naturaleza, conocer a Dios. ¡Cómo deseo saber!, dije. A su vez, me respondió: - Guarda bien en tu mente todo lo que quieres aprender y yo te enseñaré.  
4 Con estas palabras transformó su apariencia y todo se desveló instantáneamente ante mí, y contemplé una visión sin límites, todo vuelto luz, serena y alegre, y habiéndola visto, me quedé enamorado de ella. Y poco después, sobrevino una oscuridad terrorífica y sombría, que se dirigió hacia abajo enrollándose en espirales tortuosas, semejante a una serpiente según me pareció. Luego esta oscuridad se convirtió en una especie de naturaleza acuosa, agitada de una manera indecible, que exhalaba un humo como el que sale del fuego, y producía una especie de sonido, un gemido indescriptible. Después brotaba de ella la llamada de un grito inarticulado, tal que yo lo comparaba con el sonido del fuego, (El fuego de la Zarza de Moisés)
5 Al mismo tiempo que, saliendo de la luz, el Verbo santo vino a abrazar la Naturaleza, y un Fuego sin mezcla se lanzó fuera de la naturaleza acuosa hacia lo alto, hacia la región sublime; era ligero y vivo, y activo al mismo tiempo; y el Aire, siendo ligero [también], siguió al soplo ígneo, elevándose hacia el Fuego a partir de la Tierra y el Agua, de manera que parecía suspendido del Fuego. La Tierra y el Agua permanecían en su lugar, ambas íntimamente mezcladas entre sí, tanto, que no se distinguían: y eran incesantemente movidas bajo la acción del soplo del Verbo que se encontraba por encima de ellas, según el oído percibía. 
6 Entonces Poimandrés dice: - ¿Has comprendido lo que significa esta visión?, y yo: - Lo sabré. - Y él dice: esta luz soy yo,*1 Noûs, tu Dios, aquél que es antes de la naturaleza acuosa que se ha manifestado de la oscuridad*. En cuanto al Verbo luminoso salido del Noûs, es el hijo de Dios*2. - ¿Qué?, dije. - Aprende lo que quiero decirte de este modo: lo que en ti mira y comprende es el Verbo del Señor, y tu Noûs es Dios Padre; no están separados uno del otro, pues en su unión consiste la vida. - Te doy las gracias, dije. - Pues entonces fija tu espíritu en la luz y aprende a conocer esto. 
7 Con estas palabras él me miró de frente largo tiempo, tanto que temblé ante su aspecto. Después, cuando volvió a levantar su cabeza, yo vi en mi Noûs la luz, consistente en un número incalculable de Potencias que se tornaban un mundo sin límites, mientras el Fuego era envuelto por una fuerza todopoderosa y así, firmemente contenido, había fijado su posición. Esto fue lo que discerní en esta visión, animado por la palabra de Poimandrés (El buen Pastor).
8 Como sin embargo, estaba completamente fuera de mí, él me dijo nuevamente: - Has visto en el Noûs la forma Arquetípica, el pre principio anterior al comienzo sin fin; así me habló Poimandrés. - Ahora bien, ¿de dónde han surgido los elementos de la naturaleza?, dije. El respondió: - De la Voluntad de Dios, que, habiendo recibido en ella el Verbo y habiendo visto el hermoso mundo arquetípico, lo imitó, quedando modelada en un cosmos según sus propios elementos y su progenie, las almas (primera manifestación creativa de Dios) 
9 Pero el Noûs Dios, siendo andrógino, existiendo como vida y luz, procreó con su palabra un segundo Noûs demiurgo que, siendo dios del fuego y del aliento vital, moldeó Regentes, siete en número, que envuelven en sus círculos al mundo sensible; y su gobierno es llamado el Destino.  (Parece estar hablando de la segunda persona de la trinidad cristiana; El Hijo, El Verbo, El logos de Juan Evangelista).
UN GENESIS DETALLADO. 
10 Inmediatamente el Verbo de Dios se elevó fuera de los elementos que pesan hacia abajo, y se lanzó hacia esa pura región de la naturaleza que acababa de ser formada, se unió al Noûs demiurgo (pues era de la misma esencia) y, a causa de ello, los elementos inferiores de la naturaleza fueron abandonados a sí mismos desprovistos de razón, para no ser ya sino simple materia.  11 Sin embargo, el Noûs demiurgo, conjuntamente con el Verbo, conteniendo los círculos y haciéndolos girar con un zumbido, puso así en marcha el movimiento circular de sus criaturas, permitiéndoles cumplir su revolución desde un comienzo indeterminado hasta un fin ilimitado, pues él comienza donde se acaba. Y esta rotación de los círculos, (Los planetas) según el querer del Noûs, produjo, sacándolos de los elementos que pesan hacia lo bajo, animales sin razón (pues ya no retenían el Verbo en ellos), el aire produjo volátiles y el agua animales acuáticos. La tierra y el agua habían sido separadas una de otra*4, según el querer del Noûs, y la tierra hizo salir de su propio seno los animales que retenía en sí, cuadrúpedos y reptiles, bestias salvajes y domésticas.

Jesús Miravalles Gil

10 de febrero de 2011

LA TABLA ESMERALDA

 En  La Tabla de Esmeralda está condensado o resumido todo el arte de la Gran Obra, objetivo principal de la Alquimia.
La Alquimia es el arte del perfeccionamiento y la Gran Obra implica su cumplimiento, la perfección. La Tabla de Esmeralda contiene en sus pocas líneas el secreto de la Gran Obra, es un pasaje directo para la perfección.
Dicho mensaje es expresado de modo simbólico, su sola lectura no revela su significado. El acceso a la Gran Obra requiere trascender nuestra limitación racional, de ahí que todo alquimista conlleve una transmutación personal paralela que le permita acceder al lenguaje del Símbolo.
El Todo, el Uno, tan solo se expresa simbólicamente, siendo necesario el aprendizaje en la Hermeneútica del Símbolo. De no ser así, su sola simplicidad generará incredulidad. La Razón aguarda complejidad ante lo complejo, mientras el Uno, el Ouroboros, se descubre ante la simplicidad de otra lectura, de otro lenguaje. En definitiva, la expresión críptica de la Tabla no es intencional sino que requiere de la persona adecuada, capacitada para la Gran Obra.

La Tabla de Esmeralda ve reflejada su esencia en el fundamento ontológico último de la Filosofía, en la finalidad del Ser. Apercibido el ser humano de su carencia y limitación vitales, se provee de un acercamiento perpetuo a la posibilidad de lo trascendente, lo eterno. Eternidad en la búsqueda de lo absoluto, aquella respuesta que satisfaga lo limitante y abrace al Universo. Saciedad de la inconformidad terrenal a través del encuentro con la esencia del Uno, del Todo, para poder ingresar en él, para formar parte de él. En definitiva, llegar a Ser la Totalidad que yá se Es.
 LaLa Tabla e Esmeraldarecpadfinalidad es aquel que la entienda tiene el acceso directo al Todo, al Uno, al Universo.Tanto la  Ciencia como la Filosofía se originan vislumbrando en el horizonte la respuesta a la pregunta por el Uno, la Filosofía de la Ciencia tiene como propósito responder a dicha pregunta fundamental.bien Si la Tabla de Esmeralda conlleva una necesaria tendencia Holística ya olvidada en el transcurso de la historia, que contrasta con una marcada disociación en la metodología del saber contemporáneo, más fundamentada en una unidireccionalidad nihilista que en una integración de todos los opuestos de la existencia.
Este conocido texto hermético resulta ser unos de los mas enigmáticos, tanto por su contenido como por su procedencia. Existen varias versiones sobre su procedencia, la primera nos cuenta que fue Alejandro Magno quien encontró la tumba de Hermes y copió en una tablilla los signos que hallo en la esmeralda original que cubría el cuerpo de Hermes, dejando intacta la tumba y después borrando toda huella de acceso.
Otra leyenda explica que fue encontrada por Sara, la esposa de Abraham, en la tumba de Hermes, quien copiaría de esta gran esmeralda el texto de la tabla, esta ultima versión nos llega de boca de cabalistas.
Encontramos las mismas características en las dos leyendas, las dos fueron extraídas de la tumba de Hermes, y copiadas de una gran esmeralda que contenía unos pocos caracteres en jeroglífico.

Jesús Miravalles Gil
           

6 de febrero de 2011

HERMES TRISMEGISTO

 Hermes Trismegisto es considerado como el padre de la alquimia que ha tomado de él el nombre de "arte hermético", su origen se remonta al Egipto pre-faraónico, según Salomón el nombre de Hermes Trismegisto procede del griego y significa literalmente “mercurio tres veces grande”, o sustancia regida por tres principios celestes y tres sublunares unidos.
Hermes es un nombre genérico de muchos antiguos sabios griegos que trataron de filosofía y de alquimia. Hermes trismegisto es el nombre de Hermes o Thoth en su aspecto humano, como Dios es el más misterioso de los Dioses, como serpiente Hermes Thoth es la divina sabiduría creadora.
La Tabla de esmeralda, es un texto clásico atribuido a Hermes Trismegisto, filósofos, alquimistas y aun astrólogos han basado sus conocimientos en este importante legado del viejo mundo.
Clemente de Alejandría le atribuye 42 obras o tratados, desafortunadamente solo se conocen aparte de la Tabla esmeraldina, el Poemander o Pimandro y Asclepios o el Discurso de la Iniciación. Ambas obras tienen un alto valor iniciático En Pimandro Hermes recibe las enseñanzas de Pimandro, la conciencia superior o inteligencia soberana y divina.
“Lo primero que hay que hacer -dice Pimandro a su discípulo- es desgarrar esas vestiduras que te cubren, esos ropajes de ignorancia, principio y fundamento de la perversidad, cadena de la corrupción, cubierta tenebrosa, muerte viviente, cadáver sensible, sepulcro que contigo llevas, ladrón doméstico, enemigo en el amor, celoso en el odio. Tal es la vestidura del adversario que llevas sobre ti. Y te atrae hacia abajo, temiendo que la percepción de la verdad y del bien, le haga odiar. La maldad de tu enemigo y descubrir los traidores lazos que te tiende, obscureciendo a tu vista lo que os resulta a los demás claro, ahogándote en la materia, haciendo que te embriagues con infames voluptuosidades, todo en suma, para que nunca oigas lo que a tus oídos les conviene oír, y para que jamás veas lo que a tus ojos les conviene ver”.
En este texto se especifican doce imperfecciones que el discípulo se ha de desintegrar en el trabajo de la Gran Obra y estas son, en orden sucesivo: la ignorancia, la tristeza, la intemperancia, la concupiscencia, la injusticia, la avaricia, el error, la envidia, los procederes capciosos, la cólera, la temeridad y la maldad.
“Por la prisión de los sentidos, someten al hombre interior y le hacen esclavo de las pasiones. Poco a poco se alejan de quien Dios mira con ojos de piedad y he aquí en lo que consiste el modo y la razón de los renacimientos”.

Jesús Miravalles Gil

3 de febrero de 2011

LOS LIBROS DE HERMES TRISMEGISTOS


   Actualmente conocemos como Textos Herméticos una serie de traducciones de la época del Renacimiento, traducidas por Marsilio Ficino de 17 tratados escritos en griego, uno más llamado "Asclepios" o Esculapio. Otro escrito bastante conocido es el llamado como "La tabla Esmeraldina", aunque también existen otros textos como la "Antología" de Ioannes Stobaeus que también contiene tratados herméticos, algunos textos escritos por autores antiguos que tratan sobre filosofía y alquimia hermética.
Hermes afirma en sus enseñanzas que este conocimiento debe permanecer velado para el circulo exterior de la humanidad, pues "sólo cuando los oídos del discípulo están listos para oír, llega la voz del maestro a llenarlos con Sabiduría" y que es necesaria "la propia inspiración" de Hermes, para entender el significado oculto de sus enseñanzas y textos herméticos; Hermes nos dice:
"La mente se halla concentrada en Dios, el Dios que hay en tu interior. Graba esta Verdad en tu corazón y aparecerá por que le habrás dado entrada. Ejerce tu voluntad y le darás nacimiento. Subyaga tus sentidos, haz silencio y en ti brotará la divina palabra, a través de la cual, por el conocimiento propio, se logra la Vida y la Luz, y como consecuencia la Felicidad. Más antes conviene que te purifiques."
Esta misma afirmación la encontramos grabada en el templo de Delfos ( en griego significa útero o matriz), aunque de reducido tamaño es de gran importancia:
" Conócete a ti mismo y conocerás a los Dioses y al Universo entero en toda su creación "
Como ya sabemos, de todas sus obras únicamente han llegado hasta nosotros unos pocos textos del medievo y del Renacimiento (los más antiguos de los siglos XIV-XV), "El Poymandres" que consta de 17 tratados escritos en griego, y uno más conservado en latín llamado "Asclepios" o Esculapio.Estos tratados forman los Textos Herméticos, el "Corpus Hermeticum". La ausencia total de referencias al cristianismo nos demuestra que son traducciones fidedignas de textos griegos y respecto a sus traducciones del egipcio al griego no fueron ni anteriores al siglo III a.C. ni posteriores al siglo II d.C. Estos textos eran sobradamente conocidos en los primeros siglos del cristianismo, esto se puede afirmar con seguridad debido a la cantidad de referencias que existen en escritos posteriores pertenecientes a Jámblico, Lactancio, Clemente de Alejandría, Didimo "el ciego", san Cirilo, san Agustín...
Jámblico dice en su libro "Los misterios de Egipto", escrito sobre finales del siglo II d.C., que:
"....los libros que circulan hoy bajo el nombre de Hermes contienen la doctrina hermética, bien que el texto haga uso frecuente de expresiones filosóficas, precisamente porque fueron traducidos del egipcio por gente que no ignoraba la filosofía."
La pista de los libros se pierde desde el siglo VI d.C. hasta el siglo XI d.C., como si nunca hubieran existido. Se vuelve hablar de ellos en el periodo comprendido entre los siglos XI y XIV junto con otro texto muy interesante y bastante enigmático, " La tabla Esmeraldina". Están escritos de forma simbólica, y por lo tanto su comprensión resulta difícil si no se tiene conocimiento de simbolismo, ya que de otra manera nos arriesgamos a no comprender nada excepto algunos conocimientos sobre el mundo antiguo.
INTERESANTE PARTE DEL ASCLEPIO LLAMADA "LA PEQUEÑA APOCALIPSIS", DONDE SE HACE REFERENCIA AL FUTURO DE EGIPTO, EN LAS ÚLTIMAS 6 LÍNEAS PUEDE LEERSE LO SIGUIENTE:
"¿Acaso ignoras, oh! Asclepio: que Egipto es la imagen del cielo, el lugar donde se transfieren y descienden todas las cosas gobernadas y producidas desde el cielo?, Y para decirlo con toda verdad, nuestro país es el templo del mundo entero, pero no ignores que en un futuro parecerá que los egipcios han honrado en vano a los dioses..."
(CORPUS HERMETICUM)
TRADUCCIÓN DE UN TEXTO GRIEGO HECHA POR FICINO, 9 EDICIÓN. EDITADA Y ANOTADA POR UN PARISINO LLAMADO JACQUES LEFÈVRE D’ÉTAPLES. (AÑO1505)
TRADUCCIÓN AL ALEMÁN DEL "CORPUS HERMETICUM"
APARECIDA EN ÁMSTERDAM EN EL AÑO 1643
Un dato importante a conocer sobre las traducciones es la importancia de la fonética egipcia en la que estuvieron escritos "Los libros de Thot-Hermes", actualmente conocemos el significado de la escritura egipcia gracias a Champollion, pero desconocemos la fonética original de los jeroglíficos y sobre eso nos quiso advertir Hermes a través del Poymandres en su tratado nº XVI, dice lo siguiente:
" Ocurre que Hermes, mi Maestro, en sus frecuentes charlas a solas conmigo o en presencia de Tat, insistía en decir que para mis ocasionales lectores, mis libros serían de fácil y simple lectura, cuando por el contrario no lo son, y sus palabras tienen un sentido oculto.
Más aún decía, que cuando los griegos los tradujeran a su lengua se oscurecerán aún más, resultando una distorsión mayúscula del texto y una oscuridad total.
Expresado en la lengua patria este texto tiene un sentido claro: en efecto la propia calidad del sonido y del poder de la palabra egipcia incluyen las energías de lo que quieren decir."En este texto queda claro la gran importancia del sonido de las palabras egipcias, esto se comprende mejor estudiando "El principio de vibración" explicado en "El Kybalion" (tratado sobre la Filosofía Hermética).
Según la historia, aquellos libros Herméticos de la biblioteca de Alejandría nos hablaban de la fuerza del símbolo, del poder del mito, de la magia ritual, de la grandeza de los números y sus significados ocultos, de las fuerzas cósmicas en las estrellas y los planetas, de las piedras , del lenguaje secreto de la geometría, de la perfecta salud corporal, de los alimentos y la respiración, de la transmutación de los cuerpos y los metales...
 Los Textos Herméticos están escritos en una clave de interpretación simbólica escondida en sus palabras y frases, en las que debemos ser capaces de "desvelar" ese conocimiento oculto, ejercitando todo el conocimiento que hallamos adquirido-( siempre a poder ser de las fuentes originales o traducciones fidedignas)- sobre simbolismo, astrología, mitología, numerología, historia, filosofía... El que "poseemos" en nuestro interior, por que cuando la Sabiduría es revelada por nosotros mismos, desde dentro nuestro, ya no puede ser más "hermética" pues nos habrá sido revelada desde la "Esencia misma".

Jesús Miravalles Gil                                                fuente:rubies de sabiduria