BLOG DEDICADO A LAS MENTES MAS DESPIERTAS E INCONFORMISTAS Y QUE OS AYUDARA A DESPERTAR....




24 de marzo de 2011

LA TRADICIÓN HERMÉTICA

El hombre actual se siente, cada día más, atraído por los temas relacionados con lo que se ha convenido en llamar “Ciencias Ocultas”, temas más o menos relacionados con el esoterismo y la tradición. Este interés puede interpretarse como uno de los últimos intentos de su espíritu agonizante por regresar a un estado edénico el cual gozaba antaño.
El ser humano posee, por naturaleza y gracia, el nostálgico recuerdo de una vida de luz y belleza que rara vez consigue vislumbrar durante su azarosa peregrinación por la tierra.
El mundo moderno, sus concepciones de la vida y del hombre, sus imperativos y sus trampas, se están manifestando inútiles a la hora de resolver las más profundas interrogantes del destino humano. El hombre nace, vive y muere sin saber quien es, de donde viene o a donde va. Ha perdido la memoria de sus orígenes, ha olvidado cual era su verdadero destino y se ha ido sumergiendo en una creciente ignorancia de su dimensión espiritual, se ha ido ahogando en una vida rutinaria e intrascendente. Sin embargo, toda una literatura llamada esotérica, porque le habla al hombre desde su interior, de lo mas profundo e interior del ser humano, esta destinada a despertar su memoria y permitirle el acceso a la gnosis (sabiduría) perdida.
El esoterismo y su expresión occidental mas genuina, la tradición hermética, se apoyan, lógicamente, en unos presupuestos que la ciencia moderna no tiene ni es capaz de tener en cuenta, partiendo de una antropología cósmica, no le interesa estudiar al hombre solo como animal racional o al mundo visible como única realidad, sino profundizar en el misterio cósmico que encierran el ser humano y la creación entera.
El propósito de estas ciencias tradicionales no es, sin embargo, únicamente gnóstico; es también operativo. Su meta final es operar la regeneración del hombre, la metamorfosis de su ser entero, estas ciencias son aspectos y aplicaciones del saber primordial el que hace alusión Hermes Trismegisto en el Poimandrés: “Esta cosa no se enseña, hijo mío, pero, cuando lo place, Dios mismo da su recuerdo”.
Toda la tradición hermética que parte de los escritos místicos de Hermes Trismegisto coincide, pues, con la tradición primordial en que el hombre ha de “recordar” algo, y que este recuerdo gnóstico es la clave de su regeneración, sin duda alguna este recuerdo impulsara el anhelo espiritual, aquellas preguntas que nacen desde lo más profundo de nuestro ser y nos invitan a buscar, indagar , a escudriñar, todo aquello que nos de las herramientas para de una vez por todas saber quienes somos “Si le das tus huesos a tu padre y tus carnes a tu madre ¿Entonces quien eres?”.
                                          
                                                  enlace: Guy Bechtel
Jesús Miravalles Gil

17 de marzo de 2011

LOS ARCHIVOS AKÁSICOS

Los archivos akásicos son la biblioteca universal donde se guarda toda la información de todos los seres vivos desde el inicio de su existencia.Es por ello que a muchas personas les interesa acudir a ellos para consultar su libro de vida y conocer qué otras vidas han vivido. El interés por conocer las vidas pasadas, no está en un mero conocimiento, sino que puede resultar interesante para sanar bloqueos que estemos reproduciendo en esta vida. Hay muchos métodos para viajar a los archivos akásicos:hipnosis, viajes astrales,..sin embargo nosotros recomendamos el uso de la meditación o visualización creativa. Son técnicas que todos nosotros podemos realizar con un poco de fuerza de voluntad y esfuerzo, y que no tiene ningún efecto secundario.Aunque existen innumerables tipos de meditaciones y visualizaciones creativas, aquí te proponemos una de las más sencillas y eficaces.
Puede que te cueste un poco al principio, pero si la practicas con frecuencia pronto serás capaz de realizarla sin problemas.

Y la meditación dice así:

1º. Preparativos: es imprescindible un entorno adecuado. Busca un lugar tranquilo en el que puedas estar con la luz apagada. Enciende una vela, pon incienso de sándalo o loto y si deseas, como algo opcional, puedes poner música clásica o espiritual que te ayude a relajarte. Debes estar sentado con la espalda recta. Puedes hacerlo en una silla, o con las piernas cruzadas en un cojín en el suelo. Sea como fuere, debes estar muy cómodo. Y en cuanto a las manos deberás poner el Dharmachakra mudra.

2º. Relajación: para relajarte realiza la primera parte integra y la segunda parte hasta el punto dos del ejercicio Combate el estrés.

3º. Tu lugar ideal de descanso: imagina un hermoso lugar que te haga sentir muy bien. En ese lugar tienen que estar representados los cuatro elementos ( agua , fuego, tierra y aire ) en cualquier forma posible. No tengas miedo de imaginar imposibles. Explora en profundidad ese lugar durante un buen rato. Después cuando te sientas preparado visualiza un camino que parte desde ese lugar hacia un horizonte indefinido.

4º. El paisaje: avanza por ese camino con serenidad y alegría, sabiendo que nada malo te va a pasar. Disfruta del paisaje a tu alrededor. Si lo deseas, no dudes en pararte a explorar parte del paisaje, o a respirar profundamente.

5º. La biblioteca: después de haber avanzado un buen rato por el camino, ve imaginando que en el horizonte aparece la silueta de un edificio. A medida que te acercas vas descubriendo que esa silueta corresponde con una biblioteca. Cuando llegas a la entrada encuentras un cartel que dice: ARCHIVOS AKÁSICOS.
6º. Entrando en la biblioteca: decides entrar. En la puerta, encuentras al bibliotecario. Párate un tiempo a examinarle bien. Puede ser de cualquier forma, hasta lo más increíble para ti. Cuando le hayas visualizado bien, pregúntale si puedes acceder a tu libro de vida. Espera la respuesta. Si te responde que no, es que todavía no estás preparado, así que dale las gracias y sal de la meditación respirando profundamente siete veces y abriendo los ojos despacio. Si la respuesta es que si, pídele amablemente que te lleve a tu libro de vida. En esa biblioteca hay infinitos libros y tú sólo te perderías.

7º. Ante tu libro de vida: sigue al bibliotecario entre innumerables estanterías con libros. Después observa cómo se detiene, coge una escalera y de una de las estanterías saca un libro. Coge el libro con las manos y presta mucha atención a cómo te sientes. Obsérvalo con calma sin abrirlo. ¿ Es gordo o delgado ? ¿ De qué color ? ¿ Tiene algún dibujo ? ¿ Te pesa ?, etc...

8º. Consultando el libro: una vez te sientas preparado vas a consultar tu libro. Para ello pregúntate qué es lo que deves saber de tus vidas pasadas en este momento y ábrelo aleatoriamente. En ese  momento pueden aparecer en tu mente imágenes, o simplemente puede que leas algunas lineas del libro.
Mantente sereno en todo momento, recuerda respirar profundamente de vez en cuando y ve consultándolo poco a poco. Recuerda que la información puede venir de muchas maneras diferentes. Ten mucha paciencia y serenidad, procurando no interferir en la información con tus propios pensamientos. Si tienes alguna duda, pregunta sin miedo al bibliotecario.

9º. De vuelta: cuando consideres que ya sabes suficiente o que quieres dejar la meditación, dale las gracias al bibliotecario y regresa por donde has venido. Recorre el camino hasta tu lugar ideal de descanso, mantente un tiempo allí disfrutando del buen ambiente y respira profundamente tres veces. Después abre lentamente los ojos y ve moviendo tu cuerpo, como si estuvieras desperezándote, hasta que te hayas recuperado del todo.
Es imprescindible que registres en tu diario personal tus viajes al archivo, así podrás reflexionar con más calma sobre los resultados.

Muchas gracias por vuestro tiempo y hasta pronto.

Jesús Miravalles Gil
                                   

13 de marzo de 2011

EL OJO DE HORUS

El ojo wedjat, udjat, udyat, ugiat, ojo de Horus, es uno de los amuletos más conocidos del antiguo Egipto y del mundo musulmán actual. Como talismán simboliza la salud, la prosperidad, la indestructibilidad del cuerpo y la capacidad de renacer. El wedjat, un ojo en parte humano y en parte de halcón, es el ojo de Horus, dios de los cielos, y viene a significar «la unidad o totalidad restablecida». Estos amuletos servían de protección a los egipcios no solo contra las enfermedades sino también contra traiciones, conjuros y maldiciones enviados por los enemigos y mal de ojo.Protegía especialmente la incisión practicada en la momia para extraer sus órganos. Al ojo se le representó, desde hace miles de años, con un círculo con un punto en el centro, el mismo símbolo que representa al Sol y, por lo tanto, representa el poder de lo eterno, que no cambia con el tiempo. Por eso, este talismán ayuda a lograr una posición y estabilidad. Fue muy usado en collares para proteger de miradas envidiosasEl interés de los egipcios por la muerte los llevó a embalsamar los cadáveres y a colocar en las tumbas numerosos objetos, pinturas e inscripciones. El ojo sagrado era un poderoso amulamuleto capaz de despertar al difunto como hizo con Osiris, de alejar influencias maléficas o de actuar.
.DE EL OJO DE HORUS COMO MEDIDA DE VOLUMEN
Las diversas partes que componen el Ojo de Horus, fueron utilizadas desde muy antiguo cosistema de numeración fraccionario en divisiones de capacidad (medidas de cereales) y extensiones mo agrarias.
La unidad de capacidad era el heqat (HqAt), y se empleaba para medir el trigo y la cebada fundamentalmente y equivalía a unos 4.8 litros. Cada una de las partes del Ojo era una fracción de heqat. La división era, considerando el ojo derecho
Las cejas equivalían a 1/8, la pupila 1/4, la parte izquierda de la pupila 1/2, la parte derecha de la pupila 1/16, la parte inferior vertical bajo el ojo 1/32 y la parte inferior diagonal del ojo representaba 1/64

HORUS

7 de marzo de 2011

LOS VIGILANTES DEL CIELO

Doscientos visitantes desembarcan en la Tierra, estos visitantes llegaron en un momento dado a la Tierra, amaron a las mujeres de los hombres, les revelaron ciertos secretos y, finalmente, fueron castigados por su señor.
Estos visitantes son llamados de diferentes maneras:ángeles santos, hijos de los cielos, hijos de los ángeles santos, vigilantes del cielo etc. El sentido de estas denominaciones es claro, Son los representantes de Dios, los que están encargados de la marcha del mundo, los que dan a conocer a su señor lo que ocurre en él. Ahora bien, doscientos de ellos traicionaron su misión.
Se dan cuenta de que entre los hijos de los hombres hay <<hermosas muchachas>>. Y los ángeles, hijos de los cielos, las vieron y las desearon, y se dijeron entre si: <<Vamos, elijamos mujeres entre las hijas de los hombres y engendremos hijos>>
Así nos enteramos de que esos visitantes son sexuados. Nos enteramos también del nombre que alguno de ellos, los jefes, llevan: Semyaza, su príncipe, y después Arakib, Aramiel, Kakabiel, Tamiel, Ramiel, Daniel, Ezequiel, Baraquiel, Asael, Armaros, Batariel, Ananiel, Zaqilè, Samsapeel, Satariel, Turiel, Yomeyal y Arazeyal. Son jefes de << decenas >>, lo cual permite suponer una organización paramilitar.
Los doscientos ángeles se ligan en la conspiración por un juramento, y pronto las uniones con las hijas de los hombres se consuman.
De ellas nacerán gigantes, de costumbres sanguinarias, que después de haber asolado la Tierra y perseguido a los humanos, se devorarán entre si. Mientras tanto los doscientos ángeles han aceptado revelar a los hombres toda una tecnología, en particular la de la metalurgia: Azarel enseñó a los hombres a fabricar las espadas y las lanzas, el escudo y la coraza del pecho, y les mostró los metales y el arte de trabajarlos. Los ángeles enseñaron muchas otras cosas a los hombres y a las mujeres, el arte del maquillaje, los brazaletes, los adornos y los tintes. Entre las materias enseñadas, figura << la revolución del mundo >>, expresión que no es explicada, pero que seguramente hay que entender en el sentido astronómico.
Los ángeles enseñan también a los hombres diversos secretos mágicos, como los hechizos, la interpretación de los signos y la astrologia. Asdariel enseñó lo referente al curso de la Luna y Tamiel el aspecto de las estrellas. Estos visitantes sabían decididamente muchas cosas para su época.
Pero el conocimiento no es, sin duda, bueno para los hombres, pues Dios se enfureció por esas revelaciones. Con el Diluvio, decidió limpiar la Tierra. Enoc, un hombre fiel a la ley del Señor, es encargado por los culpables de interceder en su favor cerca de Dios. Para presentar su informe, Enoc es invitado entonces a un gran viaje. Es trasladado a alguna parte donde se le muestra toda la mecánica celeste, los motores que hacen girar la inmensa máquina del Universo.
                                     Fuente: Guy Bechtel

Jesús Miravalles Gil

3 de marzo de 2011

EL HERMETISMO, CIENCIA DISCRETA NO SECRETA

El conocimiento secreto de la humanidad tiene en Hermes a su máxima figura y enigma; una introducción bajo el velo que todo lo oculta al cuerpo del conocimiento hermético.
Mucho se dice del hermetismo y de su práctica; siempre o casi siempre, lo que se dice, está cubierto por el velo que todo lo oculta.
Resulta muy difícil comprender con claridad el fin que persigue el hermetismo; los métodos, los preceptos, la disciplina y los conceptos no son palabras o símbolos que se puedan comprender mediante el uso o aplicación de la historia, la filosofía o la teología; es decir, no se accede al hermetismo únicamente a través de procesos cognitivos.
La mente juega un papel muy importante en la transmisión del conocimiento hermético y esotérico, pero es el alma del ser humano la que debe integrarlo en nuestro ser completo.
El conocimiento hermético busca la unidad y la unión del conjunto de la humanidad; la alianza del hombre con la naturaleza, de dios al hombre y del hombre al hombre.
Dicho conocimiento no se adquiere únicamente a través de medios intelectuales y es por esta razón que la mayoría de las escuelas esotéricas se valen del rito iniciático para transmitir la enseñanza, ya que el trabajo que la iniciación realiza es espiritual. La práctica del hermetismo no es secreta sino discreta.
Para hablar del hermetismo es indispensable hablar de la figura de Hermes Trismegisto. Inmediatamente pensamos en el dios griego del caduceo, hijo de Zeus y de la ninfa Maia. A partir del siglo iii a.C., los griegos pensaron que Hermes era descendiente del dios egipcio Thot.
Éste último ocupaba un lugar importante en el panteón egipcio; es el dios mago, asistente de Isis cuando ella le devuelve la vida a Osiris, el secretario, el escriba de los dioses y el inventor de los hieroglifos.
También es la luz de Ra en su aspecto nocturno; el iniciador de los Misterios y el maestro del conocimiento secreto y oculto. Muy pronto, Thot y Hermes se confunden y son vistos como uno solo y mismo personaje.
Además se produce una homonimia entre Thot, Hermes y un sacerdote egipcio de la época del faraón Akenaton que será conocido como Hermes Trismegisto. Hermes es el modelo del hermeneuta y del esoterismo; se convierte en el depositario de los conocimientos, se integra y hace cuerpo con ellos. Es la sabiduría, el arquetipo del iniciado y de lo cumplido
El Corpus Hermeticum es la obra atribuida a Hermes y consta de 17 tratados escritos entre el siglo ii y el siglo iii de nuestra era:
el Poimandrés o Pimandre, el Asclepius o Discurso perfecto, los Fragmentos de Stobée. Además de estos escritos cosmogónicos, también se le atribuyen una serie de escritos heterogéneos que pueden ser clasificados de la siguiente forma: los escritos astrológicos, las ciencias ocultas y las ciencias alquímicas.
Con el fin de la antigüedad y la destrucción de la biblioteca de Alejandría, una parte importante de los manuscritos herméticos cae en el olvido; sólo los esoteristas medievales, especialmente los alquimistas, trabajaron sobre la base del Asclepius para redactar sus textos alquimistas.
Durante la Edad Media el Pimandre fue completamente olvidado y no fue hasta el Renacimiento que se comenzó a considerar como la esencia misma del Corpus Hermeticum.
En 1450 un monje lo reencuentra en Macedonia y lo lleva a Florencia; diez años antes, Cosme de Médicis confía a Marcile Ficin la creación de la academia neoplatoniana; al mismo tiempo, el Pimandre es atribuído a Hermes el Tres Veces Grande y es tanto el entusiasmo por el manuscrito que Cosme solicita a Ficin que abandone la traducción de Platón para dedicarse al Pimandre.
El 1471 se traduce por primera vez el Corpus Hermeticum y se reeditará al menos 25 veces hasta 1641. A partir de este momento, el pensamiento hermético será revisado a detalle. Resulta muy complicado estudiar los textos cronológicamente; vale mucho más la pena destacar las ideas principales del pensamiento hermético.
También se debe señalar que el cuerpo de los textos herméticos no forma un todo coherente ya que los textos presentan contradicciones doctrinales.
P. Festugiere distingue dos tipos de hermetismo: un hermetismo sabio y un hermetismo popular. Por un lado, los grandes místicos, esotéricos y filósofos; y por el otro, los magos de receta de cocina, quienes intentan adquirir la longevidad, fabricar oro o liberarse de un maleficio.
El Asclepius está escrito en forma de diálogo y también es conocido como el Discurso Perfecto.
En éste se afirma que la revelación hermética se sitúa en Egipto: “¿Ignoras pues, Asclepius, que Egipto es la copia del cielo, o, mejor dicho, el lugar donde se transfieren y proyectan, aquí abajo, todas las operaciones que gobiernan y obran las fuerzas celestiales? Aún más, si se ha de decir, nuestra Tierra es el templo del mundo entero.” (Aclepius, 24). Si hay revelación dentro del conocimiento hermético, no se trata de una revelación absoluta.
El Hermetismo ve más allá de lo que se observa a simple vista, ve el mundo en su realidad más allá de la apariencia: el hermetismo percibe las causas primeras.
Sin duda alguna es en la tradición alquimista donde el conocimiento hermético encuentra mayor expresión en occidente.
Los primeros grandes tratados de alquimia datan del siglo xii con la primera traducción del Libro de la Compositio d´Alchimie de Morien, hecha por Robert de Chester. Debemos citar además De alchimia de Alberto el Grande, el Tratado de la piedra filosofal de Santo Tomás de Aquino, la Carta acerca de los prodigios de la naturaleza y de arte de Roger Bacon, el Rosario de los filósofos de Arnaud de Villeneuve, etcétera. Estos textos hablan de la verdadera alquimia.
La interpretación de los símbolos devela la búsqueda de la piedra filosofal interna.
Para los esoteristas los conocimientos y la sabiduría son intemporales. En la actualidad el hermetismo sobrevive de manera discreta y entendemos este conocimiento como el “conjunto de movimientos esotéricos en búsqueda de una comprensión gnóstica del mundo y trabajando por un perfeccionamiento interior asimilable a la búsqueda de la piedra filosofal” (Vankerhove):
una alquimia espiritual.
Los textos herméticos siguen y seguirán siendo vigentes. Están lejos de transmitir ideas antiguas o supersticiosas. Lejos de ser un conjunto de curiosidades, nos hablan de lo más profundo del ser humano, esta parte de cada uno de nosotros en imperecedera relación con la Naturaleza y el Cósmico.
                     enlace: Atalaya
Jesús Miravalles Gil